Ayer pude ver un documental que cuenta la historia del mítico grupo The Bee Gees, uno de mis favoritos, desde sus inicios a final de los años 60 hasta la actualidad.
El primer gran éxito que tuvieron fue To love somebody (1967) de su álbum debut. Luego vendrían otros muchos como Massachusetts, Staying alive, Night fever, More than a woman, How deep is your love, Should be dancing, Tragedy o Too much heaven.
En la época en la que compusieron la enormemente exitosa banda sonora de Fiebre del sábado noche, al productor el título de Night fever le parecía un poco pornográfico, y fue así como decidieron llamar a la película Saturday Night fever. Fue el inicio del famoso falsete que les hizo mundialmente conocidos.
Cuando se estrenó Fiebre del sábado noche en cientos de cines por todo el país, tal fue el fenómeno desatado, que tuvieron que contratar más personal en las primeras semanas para que la gente pudiese bailar en los pasillos de las salas. Fue un auténtico bombazo. La película, con 110 millones de dólares recaudados sólo en Estados Unidos, y con 18 millones en vinilos vendidos, se convirtió en el disco más vendido hasta la fecha en 1978. Y no sólo eso sino que se alzó como el mejor álbum del año en los Grammy's. Un jovencísimo Neil Diamond les entregó el premio.
Steve Dahl, un conocido locutor radiofónico, lanzó una campaña contra la música disco que desembocó en un mega evento en Chicago en el estadio Comiskey Park, congregando a 50.000 personas en "la noche de la demolición de la música disco". donde los asistentes debían traer un vinilo de música disco. A la postre el evento no trajo más que un discurso racista y homófobo, y un movimiento global en las radios de todo el país contra la música disco en general y contra los Bee Gees en particular. Hasta llegaron a estar protegidos por la policía y el FBI en la llegada a ciertos aeropuertos por amenaza de bomba.
Tras un tiempo en el ostracismo, provocado por esa ola revolucionaria, empezaron a componer para otros artistas gracias a la llamada de Barbra Streisand que pidió a Barry que le compusiera un disco. Luego vendrían éxitos como Guilty, Woman in love, Heartbreaker o Chain reaction. Escribieron más de 1000 temas y 20 de ellos llegaron a ser número uno. En el documental intervienen entre otros; Eric Clapton, Chris Martin, Justin Timberlake o Ed Sheeran, en una emotiva actuación en 2017 rindiéndole homenaje con Massachusetts, en una preciosa performance acompañado tan solo de su guitarra y un par de voces cantando a capela.
El documental traza un biopic que recorre más 5 décadas, y yo he tratado de resumirlo en mi visión, que es la única que puedo daros.
Fueron y son uno de los grupos más grandiosos de todos los tiempos y quizás lo que más me ha llegado del documental, es que está hecho con una combinación perfecta de admiración, elegancia, sencillez y mucho amor por esta maravillosa banda y sus canciones que pervivirán por los siglos de los siglos.
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