Para mi el festival este año empezó con la inauguración del Restaurante de una amiga Helen, que tras VinoMío ha abierto Mi Terraza, situado en un mágnifico lugar como es la plaza del teatro Cervantes. El sábado le tocó abrir la decimo catorce edición del Festival de Málaga a ¿Para qué sirve un oso? Comedia bastante floja y apenas divertida que no tenía la fuerza esperada para abrir nuestra semana grande de cine con Ñ, y que respondiendo al título, a mi me sirvió para aburrirme durante hora y media.
Luego vino Catalunya Übber Alles (Cataluña por encima de todos), título con una frase sacada de un himno nazi; un certero y duro retrato de un grupo de personas, contado con tres historias independientes, cada una de ellas con temas interesantes y muy buenos actores. La primera, sobre la dificil reinserción en la sociedad de un violador que al salir de la cárcel se encuentra con un rechazo descomunal por parte de los vecinos del pueblo, con un alcalde en campaña electoral prometiendo una región sólo para los catalanes. La segunda historia, trata sobre un africano que empieza a trabajar como cobrador del Frac en una empresa local, con el mismo político radical y alcaldable de fondo, de precampaña electoral contra la inmigración. Y en la tercera, un empresario es acusado de un asesinato cuando unos ladrones entran a robar en su chalet.
Tres relatos independientes que completan un coctel sobre la intrasigencia y el racismo imperante en una sociedad cerrada y peligrosa. Una poderosa crítica social sobre el fundamentalismo y las posturas radicalizadas en Cataluña, aunque es una situación que podría extrapolarse a cualquier parte del mundo. Destacan entre el reparto Jordi Dauder, Babou Cham y un soberbio Joel Yoan que desgraciadamente se prodiga poco por el cine patrio.
Una cinta que a buen seguro figurará entre el palmares de la 14ª edición del Festival de Málaga.