La segunda temporada de The white lotus, escrita y dirigida por Mike White fue estrenada el 30 de octubre en HBO MAX y hace poco se emitió su último episodio. La primera, estrenada en 2021 arrasó en los Emmy con 10 galardones.
El leitmotiv de toda la segunda temporada es el sexo. Es una serie fresca y hedonista y concebida para el más puro goce. Hasta en los dibujos impresionistas de la intro se percibe esa sexualidad que impregna toda la serie, con la música chulísima de Cristobal Tapia de Veer.
El espectador sigue a una serie de viajeros desde que aterrizan en un Hotel de 5* llamado "The white lotus" en la ciudad siciliana de Taormina. Hay dos parejas formadas por Harper e Ethan, (mis favoritos), y Cameron y Daphne, cuyos varones fueron compañeros de la universidad y ahora viajan por primera vez con sus respectivas mujeres de vacaciones.
Las dos parejas son antagónicas. Una muy abierta y cariñosa tanto en público como en privado, la otra muy reservada y poco dada los cariños en público, aunque en privado tampoco es que haya ninguna pasión entre ellos. También llegan a la isla, las tres generaciones de una familia, el abuelo, padre y hijo para conocer el pueblo de la madre del abuelo, siciliana de origen.
Hay una escena del primer episodio en la que Cameron sube a la habitación a ponerse el bañador con la mujer de su amigo, cuyo desnudo hizo arder las redes sociales en su momento. Hay mucho morbo en esa secuencia, pues mientras él se cambia, Harper lo observa en el espejo con cierto disimulo y una curiosidad morbosa evidente. El personaje de Harper, interpretado por Aubrey Plaza me conquistó desde el principio. Su mal humor, su talante, su cara de malas pulgas, todo ello no hizo más que contribuir a resultarme un personaje atractivo que no tiene nada que ver con su antagónica, la adorable y sonriente Daphne.
Luego está Tanya una mujer un tanto desequilibrada a la que acompaña su asistente Portia y cuyo marido durara poco en la isla, ya que deberá volver a Estados Unidos. Otro personaje con mucho protagonismo es Lucia, una prostituta que va de huésped en huésped, conquistándolos con su vitalidad, belleza y gracejo. Simona Tabasco, haciendo honor a su apellido interpreta con mucho talento a Lucía, cuyas tramas dan mucho juego durante toda la temporada.
Tal y como decía, la serie esta concebida para el placer, es generosa en los desnudos, en las escenas de sexo. En cuanto a la gastronomía, el espectador disfruta cada desayuno continental en una terraza con unas vistas maravillosas sobre la bahía de Taormina, los cocteles, la cata de vinos del episodio 5. Los paisajes son impresionantes, todo rodado en espacios naturales. La luz de la isla una pasada, la música italiana acompaña cada uno de los 7 episodios de la temporada. Y el mar, ese mar inmenso y a ratos tormentoso que azota las costas de la isla y que está muy presente en cada uno de los episodios, hay multitud de planos del mar, del oleaje.
No podemos olvidar ni la directora del hotel, interpretada con mucho arte y carácter por Sabrina Impacciatore ni a la dulce recepcionista del hotel.
Hay numerosas escenas que destacaría, pero eso daría para otro post. Sí que voy a destacar una, en la que cuando Daphne está haciendo unas compras en Noto, deja sola a su amiga Harper durante unos minutos y hay un desfilar de puros machos italianos cortejando a la hembra pasando a escasos centimetros de su cuerpo con la cara de estupor de ella en una coreografía muy conseguida. El viaje que las dos amigas hacen a Noto depara unos planos de una gran belleza, desde los planos de la ciudad hasta los del maravilloso Palazzo en el que se hospedan.
Sin duda ha sido una de las series del año y seguirá dando que hablar.
