viernes, 28 de febrero de 2025

Aún estoy aquí, de Walter Salles

Walter Salles nos sumerge en la historia de una familia acomodada brasileña en el Río de Janeiro de principios de los años 70, en plena dictadura militar.  La desaparición  de Rubén Paiva,  capturado por  el  gobierno en 1971, marca  un punto de ruptura en  sus  vidas. Aún estoy aquí está basada en la novela autobiográfica de Marcelo Rubens Paiva, hijo del matrimonio protagonista, quien narró sus vivencias tras la ausencia forzada de su padre.


La película que se estructura en cuatro capítulos, arranca con una imagen poderosa: Fernanda Torres nadando en el vasto océano, mientras el sonido de un helicóptero militar retumba sobre su cabeza. Un presagio del golpe que está por cambiar su mundo para siempre.

Fernanda Torres interpreta a Eunice,  madre y esposa de Rubén en una actuación magistral. Su personaje, contenido y profundamente complejo, enfrenta el dolor y la angustia con una entereza conmovedora, sin permitir que sus hijos perciban su vulnerabilidad. Torres irradia elegancia y clase, conquistando a todo aquel que la descubre en Ainda estou aquí.

La película es un retrato de la resiliencia, de cómo reconstruirse cuando la tragedia irrumpe sin previo aviso y transforma para siempre una vida familiar apacible y feliz. Es la historia del final de un paraíso. Torres que ya ganó el Globo de Oro a la mejor interpretación, está nominada también al Óscar que se entregan este próximo 2 de marzo; la película suma otras dos nominaciones como mejor película y como mejor película extranjera. 

Walter Salles, amigo de la infancia de Marcelo Rubens Paiva, soñaba con adaptar la novela desde su publicación en 2015. Sin embargo, la llegada al poder de Jair Bolsonaro bloqueó muchos proyectos cinematográficos, retrasando la producción. Durante esos años, Salles trabajó en el guion con la colaboración del propio Marcelo, quien ya tenía experiencia como guionista de televisión. El director pasó innumerables fines de semana de su infancia y juventud en la casa de los Paiva, impregnándose de su historia. Salles es autor de grandes películas como Estación central de Brasil (1998) o Diarios de motocicleta (2004).  En la primera Fernanda Montenegro, madre de Fernanda Torres fue la primera actriz brasileña en ser nominada al Óscar. 

Ainda estou aquí conecta con otras cintas sobre dictaduras militares en América del Sur,  como La historia oficial, de Luis Puenzo (Argentina, 1985) o Desaparecido, de Costa Gavras (Chile, 1982).

Me ha parecido una película soberbia. Desde el inicio sientes la opresión de una dictadura, el miedo y el bloqueo de no saber cómo actuar. Me fascinó el personaje que compone Fernanda Torres, desde ya una actriz para seguirle la pista; me entusiasmó su fuerza y carisma para crear el personaje real de Eunice Paiva.  

Versión en Inglés 

Walter Salles immerses us in the story of a wealthy Brazilian family in early 1970s Rio de Janeiro, during the military dictatorship. The disappearance of Rubén Paiva, captured by the government in 1971, marks a turning point in their lives. Ainda estou aqui is based on the autobiographical novel by Marcelo Rubens Paiva, the son of the film’s central couple, who recounted his experiences following his father’s forced absence.

The film, structured in four chapters, begins with a powerful image: Fernanda Torres swimming in the vast ocean while the sound of a military helicopter roars overhead. A foreshadowing of the blow that is about to change her world forever.

Fernanda Torres delivers a masterful performance as Eunice, Rubén’s wife and mother. Her character, restrained yet deeply complex, faces pain and anguish with moving resilience, never allowing her children to perceive her vulnerability. Torres exudes elegance and class, captivating everyone who discovers her in Ainda estou aqui.

The film is a portrait of resilience, of how to rebuild when tragedy strikes without warning, forever transforming a peaceful and happy family life. It is the story of the end of a paradise. Torres, who has already won the Golden Globe for Best Actress, is also nominated for the upcoming Academy Awards on March 2. The film has received two additional nominations: Best Picture and Best International Feature.

Walter Salles, a childhood friend of Marcelo Rubens Paiva, had dreamed of adapting the novel since its publication in 2015. However, the rise to power of Jair Bolsonaro blocked many film projects, delaying production. During those years, Salles worked on the screenplay with Marcelo himself, who already had experience as a television writer. The director spent countless weekends of his childhood and youth at the Paiva household, absorbing their story. Salles is known for acclaimed films such as Central Station (1998) and The Motorcycle Diaries (2004). In the former, Fernanda Montenegro—Fernanda Torres' mother—became the first Brazilian actress to be nominated for an Academy Award.

Ainda estou aqui connects with other films about military dictatorships in South America, such as The Official Story by Luis Puenzo (Argentina, 1985) or Missing by Costa-Gavras (Chile, 1982).

I found this film to be superb. From the very beginning, you feel the oppression of the dictatorship, the fear, and the paralysis of not knowing how to act. I was fascinated by the character created by Fernanda Torres—definitely an actress to watch. I was thrilled by her strength and charisma in bringing to life the real Eunice Paiva.



miércoles, 19 de febrero de 2025

Cónclave, de Edward Berger

 

Edward Berger, director de la premiada Sin Novedad en el frente, nos regala un thriller apasionante sobre un nuevo cónclave. Tras la inesperada muerte del Sumo Pontífice, el cardenal Lawrence es designado como responsable para liderar uno de los rituales más secretos y antiguos del mundo. 

Cónclave, basada en la novela (2016) del mismo título de Robert Harris, se inicia con la muerte del Papa en el primer minuto de metraje. El cardenal decano Lawrence (intrepretado por un magistral Ralph Fiennes- para muchos "el del Paciente Inglés" y que se dio a conocer con la obra maestra La lista de Schindler, se dirige a pie a la residencia papal para hacer el último rezo ante el cuerpo sin vida del pontífice que acaba de fallecer. La fascinación empieza a apoderarse de mi con una serie de bellas estampas de los cardenales haciendo cosas terrenales como fumando un cigarro, consultando el smart phone o llegando al palacio arrastrando sus maletas, y todo ello vestidos con sus sotanas. Ese fragmento es muy visual y me recordó a La gran belleza

La película tiene una factura técnica impresionante. A destacar el tono solemne y la excelente dirección de Berger. La excelente fotografía de Stephane Fontaine, permite al espectador deleitarse con numerosos planos de gran plasticidad. La música de Volker Bertermann imprime tensión y ritmo de thriller y tiene algo metálico que me recordó por momentos a la de The brutalist. 

Me gustó la propia liturgia del ritual, los ceremoniosos procedimientos en cada una de las votaciones para elegir al nuevo papa. Los cardenales se reúnen en la Capilla Sixtina, bajo estrictas medidas de seguridad, incluso deben dejar fuera sus móviles. Escriben el nombre del candidato en la papeleta,  Dicen un juramento en latín antes de depositar el voto. La lectura en voz alta de cada uno de los votos, una vez terminada la votación. Cada uno de los votos se enjaretan en una especie de aguja larga y se van apuntando uno a uno y al final todas esas papeletas se quitan y se queman resultando en una fumata, que de ser blanca significa habemus papam.  Eso sólo sucede cuando un candidato consigue dos tercios de los votos.

La película está formidablemente hecha, con algunos giros de guión inesperados hasta una creíble y sorprendente resolución final.  El variopinto reparto aporta una serie de candidatos entre los que hay un latino, otro de color, un italiano, conformando un nutrido grupo de papables. En el reparto sobresalen los actores Stanley Tucci, John Lithgow, Sergio Castelito e Isabela Rossellini en un brevísimo personaje de apenas 5 minutos, pero le han bastado para ser nominada al Óscar. En Cónclave, las mujeres tienen un papel muy secundario porque todo el protagonismo se lo llevan los hombres. Aquí las mujeres solo están para servir. El excelente guion nos ofrece grandes diálogos. Me gustó uno especialmente entre Tucci y Fiennes sobre la curia y la Iglesia, sobre las ansias de poder y el abismo que separa a los obispos de la plebe. 

No quiero dejar de comentar que en los años 60 hubo otra gran película sobre un cónclave, la extraordinaria Las sandalias del pescador (1968), con el carismático Anthony Quinn como protagonista. Pero tendría que volver a verla, pues no me acuerdo de casi nada. 

En la banda sonora, hay un Miserere precioso, de Gregorio Allegri, que suena como música celestial en una de las secuencias y que ya lo tengo en mis listas de Spotify. Y otra cosa maravillosa son los escenarios naturales de Roma. Esos interiores imponentes de los palacios, las escalinatas de mármol, las estatuas, esos patios con las columnatas que te dejan sin aliento de tanta belleza. 

Y una última cosa. Como no llegué a escribir la crítica en el primer visionado que hice en diciembre, he visto la película una segunda vez para refrescar las ideas y poder desarrollar una buena crítica como Dios manda. Quiero admitir que no me importaría verla una tercera ocasión. 

El premio Bafta recibido el domingo 16 de febrero a mejor película, la acerca un poquito más al olimpo de los Óscar a mejor película, aunque tiene un firme oponente, The brutalist

Quiero terminar con un apunte de actualidad; estos días el Papa Francisco se encuentra hospitalizado con una neumonía. Esperemos se recupere pronto, porque de lo contrario tendríamos un nuevo cónclave

domingo, 9 de febrero de 2025

Premios Goya 2025


Anoche se entregaron los premios Goya en Granada, ciudad en la que viví mis primeros 14 años y a la que siempre estaré muy unido emocionalmente. 

Me gustaría destacar lo mejor  de la gala. El primer premio fue para Salva Reina por El 47, con un discurso largo pero divertido. Qué ilusión que un malagueño al que conozco, esté logrando tantos éxitos.  

El sentido y precioso discurso de Aitana Sánchez Gijón recogiendo el Goya de Honor y el de Maribel Verdú al entregárselo. "Hay que tener miedo de la mentira, de las guerras, de los imperialismos y de las limpiezas étnicas", palabras llenas de sentido en estos tiempos convulsos. 

Un poco después, Antonio Banderas le entrego el Goya a Richard Gere, con un discurso sobre la importancia de crear un mundo mejor, ahora que Estados Unidos está en manos de ese peligroso energúmeno llamado Trump y que él ha fijado su residencia en España. Aunque el subtitulado del discurso fue un desastre y tenía muchos errores e iba muy lento. Deberían haber optado por la habitual traducción simultánea.

Los números musicales se han superado en esta edición. El Bienvenidos inicial interpretado por distintos artistas y comandados por un Miguel Rios poderoso, estuvo genial y animó mucho al publico que llenaba el Palacio de Congresos, luego  Alejandro Sanz con Abre la puerta de Triana. El de los hermanos Morente,  Solea, Estrella y Kiki desde la mismísima Alhambra, con mucho duende y los de Dellafuente y Lola Indigo interpretando la versión aflamencada de Verde que te quiero verde de Manzanita. Fue impresionante el número de baile, la coreografía y ese flamenquito tan exportado y tan exportable. Me pareció preciosa la actuación de Rigoberta Bandini de El amor de Masiel, que sonó en Ventajas de viajar en tren hace unos años. La verdad que cada dia me gusta mas la Bandini

Y el In Memoriam con la version de Si tú no estás aquí de Rosana, interpretado por Zahara, fue emocionante.

Alberto Iglesias se llevó su duodécimo Goya. Siete premios se ha llevado con las películas de Almodóvar y el primero fue por La Ardilla roja de Julio Medem. Iglesias se acordó de Marisa Paredes protagonista de su primera colaboración con el manchego. 

"Ante el odio y el escarnio. Más cine y más cultura " discurso de los distribuidores de Emilia Pérez al recoger el premio de mejor película europea en clara referencia a Karla Sofía Gascón

Muy bonitos también los discursos de Eduard Solá, guionista de Casa en llamas, sobre cómo las madres se han consagrados a los hijos y cómo nosotros estamos en deuda con ellas, leyendo un papel con un dibujo de su hijo por detrás. En los contraplanos pudimos ver a muchos emocionados con sus palabras Los discursos de Solá que también se llevo el Forqué y el Feróz son buenisimos! Pero para algo es guionista! También me gustó el de Clara Segura, mejor actriz secundaria por El 47. Y el de C. Tangana sobre la importancia del perdón en clara referencia a Karla Sofía Gascón

La verdad que se hace complicado no dejarse nada en el tintero. La gala fue excesivamente larga, 3 horas y 45 minutos. Casi lo mismo que dura The brutalist... casualmente mi última crítica. Las presentadoras, Maribel Verdú y Leonor Watling, la verdad que no me entusiasmaron aunque brillaron en algunos momentos. 

En resumen. 5 premios para El 47. 3 para Segundo Premio y La habitación de al lado. 2 para La Infiltrada. Y por primera vez dos películas han ganado el Goya a la mejor película ex aequo: La Infiltrada y El 47. Ha sido una edición con los premios muy repartidos.

Y por último no quiero terminar la crónica sin posicionarme sobre el tema de Karla Sofía Gascón, protagonista de una de las películas del año, Emilia Pérez. Me parece fatal el linchamiento público al que se ha visto sometida en las redes desde que alguien sacó a la luz a final de enero, unos tuits muy desafortunados publicados en 2.018/2.020. Estoy en contra de la cultura de la cancelación que han hecho con ella. Estaba vetada en la Gala y practicamente nadie se atrevió a mencionar su nombre en ninguno de sus agradecimientos.  ¿Somos nosotros a caso jueces?  También vetada en las galas de premios de este fin de semana en Los Angeles. Y Netflix ha retirado su imagen del cartel de la película en su promoción de cara a los próximos Oscar.  


lunes, 3 de febrero de 2025

The brutalist, de Brady Corbet

The brutalist (2024) estrenada el pasado 24 de enero, nos ofrece una historia épica sobre, Laszlo Toth (Adrian Brody), un arquitecto húngaro judío que emigra a los Estados Unidos huyendo de la Europa de la postguerra y de los Nazis, para reconstruir su vida y su matrimonio con su esposa Erzsébet (Felicity Jones), tras verse obligados a separarse por la guerra. Allí se reúne con su primo en una pequeña ciudad de Pensilvania donde empieza a trabajar en una tienda de muebles. Trabajando para su primo (Alessandro Nivola), conocerá al adinerado magnate Harrison Lee Van Buren (Guy Pearce) que le propondrá construir un gran edificio para él. Laszlo es un arquitecto brutalista (de ahí el título)  formado en las escuelas europeas y en la Bauhaus

La historia, cuyo guion fue escrito por el propio Corbet y su mujer Mona Fastvold, se divide en dos partes muy distintas y bien diferenciadas, más una obertura y un epílogo y la proyección incluye un intermedio de 15 minutos entre ambas partes. 
La primera parte, que nos cuenta las dificultades a las que se enfrenta nuestro protagonista en la adaptación a su nueva vida, se inicia justo cuando Laszlo Tot abandona su Hungría natal y llega en barco a Ellis Island con un muy comentado plano de la estatua de la libertad 🗽 invertida, imagen del cartel de la película y que ya forma parte de la historia del cine. La primera mitad del filme avanza con fluidez y una narrativa absorbente hacía la hora y cuarenta cuando tiene lugar el descanso antes mencionado. Luego el resto del metraje, que se inicia con la llegada de Erzsébet a los Estados Unidos, para mi gusto, es menos interesante y más irregular.

Adrian Brody está sublime en su personaje con una meritoria evolución, muy expresivo tanto para las alegrías como para las penas. Hay una escena con un llanto desgarrador al inicio de la película en el que se me hizo un nudo en la garganta. Por otro lado, me costó conectar con el antipático personaje de Erzsébet, su esposa, desde su aparición al inicio de la segunda parte. 

Cabe destacar la preciosa banda sonora del compositor británico Daniel Blumberg. La música minimalista y sencilla de Blumberg (de tan solo 35 años), que me recordó un poco a la de Los puentes de Madison,  acompaña y enriquece a la historia en multitud de secuencias.  También a destacar la increíble fotografía de Lol Crawley con algunos planos de enorme belleza de la arquitectura neoyorquina. 

En cuanto a los Oscar, que se entregan el próximo 2 de marzo, The brutalist tiene nada menos que 10 nominaciones a los premios y parece la favorita tanto para el actor principal- Brody- como para mejor director - Corbet-. 

En resumen, me ha gustado mucho más la primera parte que la segunda. La segunda tiene ciertos, vamos a llamarlos defectos, en su desarrollo que me hacen bajarle la nota considerablemente. Le daría un 8 a la primera y un 4 a la segunda, pero en conjunto:

6 de 10.