La historia arranca con el personaje de Julieta embalando unas esculturas y preparándose para mudarse a Portugal con su pareja interpretado por Darío Grandinetti. En una de las escenas posteriores Julieta se encuentra con Bea, una antigua amiga de su hija Antia que le habla de ella. De que vive cerca del lago Como y que tiene 3 hijos. (En un segundo visionado estas palabras adquieren una dimensión inmensa.) Ese encuentro con Bea provoca un terremoto en Julieta por unas razones que no puedo desvelar. Decide quedarse sola en Madrid y comienza una bajada a los infiernos, empezando a escribir un diario en el que haciendo un flashback se nos desgrana cómo conoció al padre de su hija Antia, interpretado por Daniel Grao. Y se va desarrolando toda la historia de la película.
Julieta es una película áspera. A ratos incómoda. A ratos desgarradora. Está contada en dos tiempos como Los abrazos rotos y el personaje principal está interpretado por Adriana Ugarte en la juventud, y por Emma Suárez en la madurez. Entre los secundarios caben destacar una Rossy de Palma potente en el personaje de la asistenta que tiene Julieta de joven. Inma Cuesta en el personaje de Ada, escultora e íntima amiga de Daniel. Michelle Jenner en el papel de Bea y Pilar Castro en el su madre.
Hay frases inolvidables como "tu ausencia llena mi vida por completo y la destruye".
Una historia de mujeres, sobre el dolor y la culpa por el distanciamiento entre una madre y su hija.
Quizás la parte más floja de Julieta es cuando nos cuenta la historia de amor entre Julieta y el padre de Antía. Según avanza y vamos uniendo las piezas, gracias a los flashback entendemos mejor el por qué de la zozobra que sufre el personaje principal de Julieta tras el encuentro con Bea, en una de las primeras escenas de la película. Algo que la remueve por dentro y le provoca un dolor inmenso que es el cuore de toda la película.
3 *de 5.
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